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Después de una seguidilla de imagenes de graffitis con la palabra «REFLEKTOR» que subían a un Instagram del mismo nombre, sin que se supiera abiertamente lo que escondían estas, y luego de haber realizado un par de presentaciones de la banda en clubes privados bajo el nombre The Reflektors en las que nadie podía grabar se anuncia que el misterio se develaría el 9/9 a las 9AM.
Lamentablemente se les escapó de manos y finalmente dos días antes de lo anunciado se filtra Reflektor (aunque no podemos descartar la teoría Daft-punknesta de que todo esto es parte de la publicidad pre lanzamiento). Pero el día del estreno no todo estaba dicho y es la canción iría acompañada de un precioso trabajo multimedia de Vincent Morisset ambientado en los barrios de Haití, que funciona interactivamente con smartphones, tables o simplemente el mouse, dotando de destellos, «reflejos» y efectos varios a las imagenes del video. Más tarde se estrenaba el segundo, clásico y definitivo videoclip que muestra a la banda en busca de algo; el reflejo. Un camión, una bola disco y un hombre cubierto de espejos en el campo son los conceptos, un videoclip bastante atractivo, pues al estar en blanco y negro transmite la idea de estar buscando algo falso y banal, que brilla pero sin luz propia; esa dualidad alegre y triste con la que juega la banda desde Funeral (2004) y que explota maravillosamente en The Suburbs (2010). La nota creepy la ponen el ataud con muñecas antiguas y las cabezas plásticas de los integrantes de la banda.
Producido por el neoyorquino James Murphy ex LCD Soundsystem, el tema que dura casi los ocho minutos y que como se rumoreaba tiene las voces de El Duque Blanco, David Bowie cantando «Thought you would bring me to the resurrector / Turns out it was just a reflektor» no podía ser mejor. Compuesta en distintos ritmos y tonos llega a su punto álgido en dos ocasiones con las tres voces repitiendo incansablemente «It’s just a reflektor of a reflection». Bongoes ponen el tono tribal y las máquinas la cuota típica de Arcade Fire.
Reflektor se postula (si es que no lo es YA!) como la mejor canción de año y nos deja con las ganas de saber pronto como viene ese disco que está programado para finales de octubre y el que según dicen será muy bailable.